Alonso Alarcón Serrano Médico Vice-Coordinador General de Alternativa Mijeña
Atraídos por el enclave privilegiado de Mijas, aparecen por aquí gente de toda calaña: nazis camuflados (en urbanizaciones donde no hace falta hablar español, andalú o miheño; pedimos que nos devuelvan Gibraltar, ¡qué coño!, que nos devuelvan Calahonda, y otras muchas zonas Mijeñas donde lo mijeño brilla por su ausencia), mafiosos, pederastas, policías corruptos, narcotraficantes, especuladores inmobiliarios sin escrúpulos presuntamente amparados por el gobierno municipal y su pusilánime oposición, enchufadillos de distintos partidos políticos que vienen a llenar sus sacas, expoliadores y destructores de nuestro patrimonio, avasalladores de los campesinos de nuestra tierra
Y los mijeños callados durante años e intentando callar a los que trataban de alzar la voz, tachándonos de ignorantes, de comunistas, de terroristas, de querer volver a la chapulina y la boina, etc.
Todos intentando chupar de la sopa boba del ayuntamiento ya saben, dame pan y dime tonto. Esa acomodada sociedad mijeña ha amparado la patética red de clientelismo caciquil municipal que nos ha dejado un pueblo seriamente esquilmado, donde lo autóctono, nuestra historia, se ha destruido para construir algo que nos venden como auténtico y encima lo pagamos a precio de rico. Y así un largo etcétera de personajes nada recomendables, nada ejemplarizantes, entre los que también incluimos a curas supuestamente pedófilos y sacerdotes que amparan a fascistas declarados y condenados.
En La Cala de Mijas, el cura de turno es, ojo, el hijo de Tejero, el del intento de golpe de estado el 23 F de 1981.
Los mijeños además de aguantar a su hijo (que sabrá dios qué les estará metiendo a los caleños en sus sermones) tenemos que aguantar de vez en cuando los paseítos del padre por nuestras calles. Tejero fue y es uno de esos seres repugnantes de la historia de España, que intentó acabar, pistola en mano, con las libertades, la democracia y la constitución que el pueblo español había votado en las urnas después de muchísimos años de dictadura franquista, que por mucho que se diga, fue un golpe de estado militar sobre un gobierno legítimo elegido por el pueblo.
La carta que Ramón Tejero Díez (cura de La Cala de Mijas) escribió el pasado febrero a los medios de comunicación (pueden encontrarla fácilmente en Internet) es un ejemplo más de amparo a fascistas bajo el manto de la iglesia, un claro ejemplo de cómo sectores de la iglesia española siguen nostálgicos de esa España coherente (sic) de aguiluchos y brazos alzados.
Estos personajes dañan seriamente la imagen de este pueblo que durante mucho tiempo luchó muy duro por su libertad, aunque ahora se vea recortada por estos manipuladores pseudosocialistas, que les siguen dando cancha, además con espacios en nuestros medios de comunicación donde soltar sus trasnochadas propagandas manteniendo a este hipócrita estamento, y todo por un puñado de votos.
Nos gustaría que se declare persona non grata en Mijas a Antonio Tejero Molina y por extensión a su hijo, Ramón Tejero Díez.
Escrito por Alternativa, el Lunes, 18 de Enero 2010