Esta es una breve valoración que nos ha llegado de los compañeros de Málaga.
Es pronto aún para saber si lo que vivimos ayer, 15 de mayo, en Málaga y otro medio centenar de ciudades españolas ha supuesto un punto de inflexión en el descontento ciudadano de los últimos años. Si de algo podemos estar seguras, no obstante, es de que por primera vez desde que estalló esta crisis hemos participado en el primer gran movimiento de contestación social y, como no podía ser de otro modo, ha surgido de la misma paradoja de siempre: de donde menos se podía esperar, es decir, de donde era previsible, la ciudadanía de a pie.
Como cualquier otra iniciativa de esta envergadura en sus primeros pasos su tesitura general ha sido la de canalizar la rabia y visibilizar por tanto la mera oposición ante una clase gobernante y financiera que, tras años de oscurantismo, es hoy incapaz de ocultar por más tiempo el despojo al que está sometiendo al conjunto de la ciudadanía.
Las miles de personas que ayer recorrieron el centro de Málaga estaban convocadas al calor de su indignación y no quedó duda sobre ello: familias, jóvenes, amas de casa, trabajadores, migrantes, precarias, una amplia representación de aquellas y aquellos a los que se quería robar incluso su capacidad de protesta. El triunfo de Democracia Real Ya, hasta ahora, ha sido su virtuosismo aglutinante, no tutelado, y su potencia a la hora de expresarse en términos alejados de las tristes expresiones que otras veces, de manera más minoritaria, toman las calles desde la izquierda. No hubo ayer siglas, no hubo jerarquías, no hubo izquierdismos de despacho.
Hubo una ciudad tomada por una serpiente multicolor, anónima y consciente, por primera vez desde hace muchos años, de su fuerza. El reto, qué duda cabe, se sitúa en la canalización de esa fuerza, en saber cómo convertir la potencia de su antagonismo en un mordisco venenoso: en un mordisco propositivo. No es un desafío baladí, pero ayer este país demostró, de momento, que ya no se calla más. Las calles ayer fueron muchos más elocuentes que el recuento de votos del próximo domingo. Las calle ayer fueron democracia real.
Y eso no cabe en una urna.
Santi (La Casa Invisible)
Nota: El nº de personas entre 4000/5000 mil almas indignadas, pero disfrutando, saltando, bailando con la batucada, el 15 de M fue un gran dia!!!
Saludos
Mabel
Escrito por Alternativa, el Domingo, 15 de Mayo 2011